15.6.08

Manos


Iba yo en un camión, leía en las hojas de los árboles.

Un hombre con sombrero y de rostro arrugado sentado junto
a mí. Disfrutábamos el viento pintando en nuestras manos.

Miró mis manos. Miré las suyas.

-Tú debes ser muy pequeña- me dijo. -Tengo 17 años-.
Una sonrisa se esbozo en su rostro. No podía tener esos años, mis manos no tenían olor a tierra.No habían trabajado.

Era un hombre sabio.
Ahora me daba cuenta de lo que hablan nuestras manos.
Vino a mí un recuerdo: la calma que siento al observar las manos de Michelangelo.Es ese espacio que me libera y me cobija.

No hay comentarios: