Oí un derrumbe en medio de esa noche estrellada. Oí una piedra tras otra que resbalaba continuamente en la oscuridad de esa ladera.Una piedra que caía hasta encontrar un lugar donde dejar su recuerdo.Se perdía el sonido en la profundidad de la montaña... y quedó solo el eco moviendo mi cuerpo lentamente .
1 comentario:
Huy qué padre extraño los tiempos en que yo también subía por ahí, me encantaron tus botas, gracias por tus comentarios, muchas veces cuando ando viendo los enormes pinos de por acá me acuerdo de ti.
Y por la nieve, si está padre pero como con todo terminas por acostumbrarte :).
Y los -13, con ropa buena se sienten igual que los -2, jijiji.
Asi que ya has estado acá y ni sabías, já.
Cuídese y siga subiendo cerros y todas esas cosas que le apasionen.
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